El origen de Blue Monday
El término Blue Monday nació en 2005, gracias al psicólogo Cliff Arnall, quien creó una fórmula para identificar el peor día del año. En diversas fuentes en línea, se encuentra una narrativa sencilla que dice lo siguiente:"... Variables como el clima, las deudas, el síndrome post-navideño y la necesidad de cambios hacen que el tercer lunes de enero nos sintamos más afligidos y pesimistas…"La fórmula, presentada como 1/8W + (D - d) 3/8 x TQ M x NA, utiliza varias variables que, en este caso, W representa el clima, D las deudas acumuladas en enero, T el tiempo desde las festividades navideñas, Q el tiempo desde el último intento fallido de abandonar un mal hábito, M la motivación y NA la necesidad de actuar. Sin embargo, investigaciones posteriores revelaron que esta fórmula no era más que una estrategia de marketing.
A pesar de la controversia y las dudas sobre su origen, podemos coincidir en que diversos factores socioeconómicos, culturales y ambientales afectan el comportamiento, las actitudes y el manejo emocional de las personas.
El impacto en la juventud
Según Erik Erikson (1993), durante la adolescencia y los primeros años de la adultez, las personas buscan consolidar su identidad y alcanzar independencia económica, emocional y social. Es una etapa llena de decisiones importantes sobre la carrera, la pareja y el estilo de vida, y constantemente se enfrentan a la necesidad de una mayor regulación emocional. En este proceso, se presentan crisis vocacionales, dudas sobre el éxito y la presión social para cumplir con las expectativas culturales.
Este contexto es particularmente relevante para los estudiantes universitarios. Muchos de ellos, como es el caso de los jóvenes que se mudan a nuevas ciudades para estudiar, deben tomar decisiones sobre su futuro profesional y personal, mientras intentan encontrar un equilibrio entre las exigencias académicas y sociales. En esta etapa, es común que sientan ansiedad por el futuro, aunque sus emociones tienden a ser más estables. A menudo, se cuestionan si están tomando las decisiones correctas en cuanto a su carrera y estilo de vida, mientras lidian con la presión de cumplir con las expectativas sociales.
El caso de Mariana
Tomemos el ejemplo de Mariana, una estudiante de 21 años que, después de las fiestas de fin de año, regresaba a clases en la etapa final de su carrera de diseño gráfico. Desde que se mudó a la ciudad para estudiar, su vida había cambiado constantemente. Había aprendido a tomar decisiones importantes, tanto sobre su carrera como sobre su círculo social, pero ahora se cuestionaba si estaba realmente en el camino correcto.
En una conversación con su amiga Daniela, Mariana expresó lo difícil que le resultaba encontrar un equilibrio entre el trabajo académico, la vida personal y las expectativas sociales. Aunque era capaz de identificar sus emociones, la ansiedad comenzaba a afectarla. La acumulación de tareas y exámenes pendientes, dejados de lado durante las vacaciones, la llevó a dormir solo de tres a cuatro horas por noche. Esto afectaba su concentración y rendimiento, lo que la llevó a pensamientos catastróficos, como "nunca me graduaré", "soy un fracaso" o "perderé la beca y ya estoy endeudada". En un aula, mientras lloraba desconsolada, la mirada de sus compañeros aumentaba su ansiedad, y Daniela también comenzó a sentirse triste.
Estrategias para la regulación emocional
Este tipo de situaciones nos muestran lo crucial que es implementar estrategias de regulación emocional. Algunas de las técnicas más efectivas incluyen:
● Técnicas cognitivas: Ayudan a modificar los patrones de pensamiento negativos que contribuyen a la ansiedad y el estrés.
● Técnicas para mejorar el sueño y el bienestar: El descanso adecuado es clave para mejorar la concentración y el bienestar general.
● Apoyo social y profesional: Recibir apoyo de familiares, amigos o profesionales de la salud mental puede ser esencial para manejar las emociones de manera efectiva.
En el caso de Mariana, una intervención efectiva vino de la mano del Programa Corazón de Dragón del Instituto Angelopolitano de Estudios Universitarios (IADEU). Este programa está diseñado para apoyar el bienestar emocional y psicológico de los estudiantes universitarios.
Programa Corazón de Dragón: Apoyo integral para la salud mental estudiantil
El Programa Corazón de Dragón tiene como objetivo proporcionar recursos y herramientas para mejorar la salud mental de la comunidad estudiantil, fomentando un ambiente de apoyo y resiliencia. A través de intervenciones individuales o grupales, los estudiantes pueden recibir el apoyo necesario para lidiar con las presiones académicas, los problemas personales o las dificultades emocionales. Este programa también crea un espacio seguro donde los estudiantes pueden expresar sus sentimientos sin temor a ser juzgados, lo cual es fundamental para su bienestar emocional.
El cambio en Mariana
En el caso de Mariana, ella decidió acercarse a Corazón de Dragón. Comenzó a organizar su tiempo usando una agenda, practicó respiración profunda antes de estudiar y escribió un diario emocional. Con el tiempo, notó cambios: dormía mejor, su mente estaba más clara y podía manejar el estrés con mayor facilidad. A medida que recuperaba su confianza, también encontró un equilibrio en su vida universitaria y experimentó mayor felicidad.
Impacto positivo de los programas emocionales en universidades
Los programas como el de Corazón de Dragón son fundamentales para el bienestar integral de los estudiantes. No solo impactan positivamente en la salud mental de los alumnos, sino que también mejoran su desempeño académico y su calidad de vida. Estos programas les permiten tomar decisiones acertadas, manejar conflictos y adaptarse mejor a situaciones cambiantes.
Al proporcionar un entorno de apoyo constante, los estudiantes se sienten más preparados para enfrentar los retos de su formación y vida futura. Estos programas, que trascienden el ámbito académico, juegan un papel clave en la preparación de los jóvenes para el futuro, no solo durante el Blue Monday, sino durante todo el año.
Conclusión
Este Blue Monday 2025, invitamos a los estudiantes a mantener un ánimo positivo en este lunes que suele marcar el comienzo del año con estrés postvacacional. Es fundamental poner atención en nuestro bienestar emocional y buscar el apoyo necesario. Acercarse a programas como Corazón de Dragón puede ser una forma efectiva de gestionar el estrés y la ansiedad de manera constante, sin excusas. La salud mental es una prioridad, y apoyarse en estas estrategias es un paso crucial hacia una vida universitaria más equilibrada y satisfactoria.

Referencias
Erikson, E. H. (1993). Infancia y sociedad (2ª ed.). Horme.IADEU. (n.d.). Programa Corazón de Dragón: Apoyo integral para la salud mental estudiantil en IADEU.
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